Crónica: Volver a competir en El Socorro

El mar se fue despertando poco a poco. Llevaba una semana echado, algo que puede ocurrir en septiembre y que da una versión de El Socorro distinta a su merecida fama de playa con olas inquietas, cambiantes y difíciles. El jueves todo el equipo de Socorro Classic amaneció con entusiasmo, no era solo que una prueba del circuito europeo volviera a la playa del El Socorro, el mar se desperezaba y los pronósticos indicaban que a partir del viernes se darían las mejores condiciones para competir en la segunda prueba del European Tour of BodyBoard (ETB), que había empezado una semana antes en Gran Canaria.

La emoción se extendió por toda la playa, que, desde el jueves, comenzó a llenarse de gente hasta llegar a la mañana del viernes con los entusiastas del bodyboard procedentes del norte de la isla aferrados a las barandas para disfrutar de las maniobras de los deportistas en el agua.

Bajo una carpa blanca, junto al público, se cierra una burbuja particular, la que alberga a técnicos y jueces de la federación europea de surf. Nada les perturba, parecen estatuas expuestas al salitre en un silencio atronador, apagado por el rumor de las olas, con la concentración exclusiva en el mar y los competidores.

A las 11.35 llegó la mejor ola del campeonato hasta ese momento, un semicírculo azul brillante que cabalgó Jorge Hernández, que competía en la categoría ProJunior. En la carpa de deportistas el ambiente también comenzó en silencio y concentrado. Pibes menores de 18 años leían las olas antes de lanzarse a la primera manga de la ronda clasificatoria inicial. El silencio era absoluto, en contraste con el jolgorio que los competidores tinerfeños –especialmente, los realejeros– desplegaban al sumarse al público en las barandas tras acabar su turno: comentarios y aplausos a quienes competían se sucedían bajos los chorros de agua salada que se secaban de forma pausada.

“A los pibes les hace falta esto”, comentó Óscar Socorro, Fiti, como es conocido en su pueblo y en su playa. Este referente en el ámbito cultural y deportivo de Los Realejos y uno de los motores sobre los que se sustenta la prueba pronunciaba esta frase escueta, a modo de conclusión que confirmaba la apuesta de la Federación Canaria de Surf por devolver la playa tinerfeña al circuito internacional.

 El Socorro destila deporte, práctica y afición; además, por los poros de quienes se juntan en esta playa se escurre un profundo sentimiento de identidad, como es habitual en todo el norte de Tenerife. La gente está orgullosa de su playa, disfrutan de sus olas y de la oportunidad que les dan de pasar gran parte de su vida al aire libre, en contacto con una de las grandes fuerzas de la naturaleza, en el océano Atlántico. La playa es su cancha deportiva y su gimnasio y sus deportistas son sus héroes.

Así se percibió cuando, alrededor de las 11 de la mañana, llegó Teresa Miranda. Al aparecer, inmediatamente, cuatro hombres se le acercaron para acompañarla. La subcampeona del mundo de bodyboard en 2023 recorrió el acceso a su playa escoltada por su gente; la energía que desprendía desbordaba los límites de su cuerpo físico y su sonrisa y su melena rubia parecían iluminar un ambiente apagado por la panza de burro y el salitre en suspensión.

Antes de acabar las rondas clasificatorias del primer día, en lo que el público se disponía a asistir a la segunda sesión de entrevistas y a disfrutar de la primera jornada de los Corona Sunset, con la música de los DJs Francisco Cabello y Esteban Pérez, aún se veía en la escalera que baja a la playa a una mujer, acompañada de su hijo, tocada con una gorra playera de colores, unas gafas de sol de cristales color azul metalizado, que se deshacía en gestos poco menos que desesperados, como si los riders estuvieran atentos a sus indicaciones. Así se vive el deporte de las olas en El Socorro.

“A los pibes les hace falta esto”, dijo Fiti en la mañana del viernes. Lo dijo el jueves con las mismas palabras Isi Díaz, otro deportista de El Socorro, durante la primera sesión de entrevistas, junto a Álvaro Padrón y de la mano del propio Óscar Socorro. Una playa que da tantas alegrías a sus seguidores y que ha dado al deporte nacional e internacional tan buenos competidores y campeones de prestigio tenía que recuperar la prueba del campeonato europeo. Para las nuevas generaciones.

Scroll al inicio